La Red Inteligente – Smart Grid – facilita una participación activa del usuario en el consumo de la red; es una oportunidad para cambiar la disponibilidad y eficiencia energética. Sus beneficios son el alto impacto y la ganancia desde la transmisión más eficiente de la electricidad, el restablecimiento más rápido de la energía después de sobrecargas o apagones, la búsqueda de una mayor eficiencia para el sistema y para el cliente, hasta la reducción de costos para los consumidores.
Una red inteligente requiere un software inteligente que la soporte
Toda esta evolución y crecimiento tecnológico exige que las empresas de energía incorporen soluciones operativas, técnicas y comerciales que respondan de manera ágil, oportuna y flexible a esta nueva manera de gestionar la energía.
Es justo en este aspecto, cuando sistemas de Gestión Comercial como Open Smartflex, ofrecen ventajas competitivas a las empresas de servicios que lo utilizan. La suite Open Smartflex energyCIS incluye módulos que permiten soportar esquemas de atención y facturación, enfocados en brindar la participación del usuario del servicio, en el consumo de energía que él hace a diario.
Este nuevo enfoque rompe los esquemas tradicionales de atención en las empresas de energía, y entrega a éstas la posibilidad de modelar ágilmente procesos de negocio más eficientes, que beneficien a la empresa, al usuario final y al medio ambiente. Así como entender los hábitos de consumo de los clientes, la regulación de diversos países y el estado del arte en tecnologías de información, como ventajas adicionales para las empresas que utilizan el aplicativo.
Una Red Inteligente ayuda a evitar las pérdidas de energía
Algunos de los componentes clave para que una red Inteligente funcione adecuadamente son la fluidez en la distribución de energía, la detección de fugas y cortes y más aún, la capacidad de respuesta para solucionarlo en muy poco tiempo. Una buena red ayudará a identificar rápidamente el origen de un corte de energía para que las cuadrillas de reparación puedan ser enviadas inmediatamente a las respectivas áreas, esto se logra a través de sensores que indican cuando las partes del sistema de distribución de energía está fallando, adicionalmente, mediante la combinación de diversas rutas en las redes del sistema inteligente; que automáticamente determinan la causa.
Durante el día, con las estaciones, y los cambios ambientales, la demanda de energía varía, en las horas pico, el consumo de energía es mayor y por ende su costo puede ser más alto, según la regulación vigente. Una red inteligente permite la posibilidad de que el usuario le proporcione energía al sistema, energía que se puede generar por diversos medios (paneles solares y energía eólica, etc.,) también permite, mediante el uso de baterías, acumular energía durante las horas valle y utilizarla en las horas pico.
El programa de Gestión de la Demanda (Demand Side Management -DSM) de la Agencia Internacional de la Energía, IEA, publicó en su reporte de Junio de 2012 “Best Practices in Designing and Implementing Energy Efficiency Obligation Schemes” (Mejores prácticas en el Diseño e Implementación de Mecanismos de Obligaciones de Eficiencia de Energía) que “las empresas de servicios públicos que se enfocan en el suministro de buenos servicios de energía a los usuarios, logran ahorros importantes, aumentan sus ganancias e incrementan la satisfacción de sus clientes”.
¿Cómo está América en el tema?
El Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de Estados Unidos, y la Comisión Federal de Energía de Estados Unidos han establecido 8 focos prioritarios a resolver para que una Red sea funcional: Comunicaciones de red, cyber seguridad, demanda responsable y eficiencia de energía, situaciones de Riesgo en las grandes áreas, almacenamiento de energía, transporte eléctrico, infraestructura avanzada de medidores (AMI) y manejo y distribución de la red. En la actualidad, se puede decir que el nivel de conciencia es tal que Latinoamérica está volcada en el tema, hay programas que han involucrado gobierno, empresas, universidades y proveedores, así como los temas que estos entes de regulación internacional ponen en la mesa. Por ejemplo, Estados Unidos, desde 2007 apoya al desarrollo de Smart Grid este tema es política Federal.
Colombia ya tiene un proyecto denominado Colombia Inteligente, el cual tiene estructurados planes concretos y metas específicas para ir avanzando hacia un verdadero enfoque Smart Grid. En países como Chile, considerado uno de los países con más avance en lo que a energía renovable se refiere, cuentan con algunos prototipos como es el caso de Huatacondo la primera micro-red inteligente, en un poblado con 80 familias que tienen servicio de energía renovable. Ecuador tiene planes en cuanto medición se refiere, y el gobierno trabaja en el proyecto para el desarrollo de las Smart Grid dirigido por Ministerio de electricidad y energía renovable. Brasil adelanta en este momento un acuerdo entre la Universidad Federal do Acre y el gobierno francés para crear un Centro de Investigación que fomentará el desarrollo de la energía solar fotovoltaica en el país brasileño. De igual forma, según un análisis de Bloomberg, New Energy Finance se estima que los distribuidores en Brasil invertirán aproximadamente US$670 millones en medición inteligente por año a partir del 2014 y que se instalarán por lo menos 4.5 millones de medidores entre 2014 y 2017.
¿A dónde vamos?
Si pensamos en el futuro cercano estamos hablando de auto-abastecimiento, intercambio de información con los proveedores de servicios públicos, y principalmente participación activa del usuario en la forma como quiere consumir y controlar su energía, revolucionando la manera de atender y negociar la energía incluso a nivel del cliente residencial.
En un estudio realizado por la empresa Pike Research, del grupo Navigant de Estados Unidos, “Energy Storage in the Grid” (Almacenamiento de Energía en la Red – AER) de Octubre 2012 (1), señala que el mercado mundial de almacenamiento de energía alcanzaría los 30 billonesde US$ en el 2022 el estudio también informa que si bien los elementos de almacenamiento de energía a nivel mundial no han sido los más eficientes y siguen siendo muy costosos. Se está investigando nuevas formas de almacenamiento a escalas importantes con ventajas apreciables en eficiencia, impacto en el medio ambiente y flexibilidad.
Por Milton Eduardo Romero, Consultor de Industria de Open International Systems Corp.
Business Development Manager (TMForum), ITIL Foundations V3