Los servidores vinculados al sistema de nombres de dominios hacen posible que las llamadas a un dominio determinado siempre sean dirigidas hacia la máquina que lo alberga en ese momento. Es decir, cuando los propietarios de un dominio lo trasladan a un servidor web con una dirección IP (protocolo de Internet) distinta, será necesario que el sistema sea notificado del cambio de dirección. Normalmente toma alrededor de 24 horas para que tal notificación se propague por los servidores DNS de todo el mundo.
Según la investigación de Men & Mice, las tres cuartas partes de tales servidores no está configurada correctamente, lo que retrasa la accesibilidad del dominio.
Paralelamente, la compañía indica que una tercera parte de todos los servidores DNS son vulnerables a la práctica conocida como spoofing, que implica redirigir el tráfico digital hacia servidores ajenos. El spoofing se ha ido convirtiendo en un problema de seguridad cada vez más serio, ya que permite, por ejemplo, que los mensajes de correo electrónico saliente sean desviados de su destino original y redireccionados a un servidor determinado. De igual modo, el spoofing hace posible desviar el tráfico desde un sitio web a otro.
Luego de presentar su alarmante informe, Men & Mice ofrece su programa DNS Expert, que presenta como la primera aplicación que verifica al 100% la confiabilidad en la configuración del DNS, y que investiga sistemáticamente todos los problemas posibles, ofreciendo las soluciones correspondientes.