La transformación digital es un camino que transitan todos los tipos de organizaciones en el mundo y que no tiene un final. Por eso, para ser más eficientes están buscando balancear entre la innovación tecnológica y la optimización de lo existente. Así es que encontramos que las soluciones tecnológicas se complejizan, justamente porque están compuestas de distintas partes que dan lugar al concepto de lo híbrido. Lo primordial es que esta infraestructura sea meramente flexible y con capacidad de interconectarse. De otra forma, no acompañará todo el proceso de transformación digital o lo detendrá cuando no soporte más innovación.
En el sector público, quizás el que más rápido ha debido transformarse en este contexto de pandemia, la infraestructura, el sistema operativo y todas las soluciones deben estar preparadas para mantener algunas cargas de trabajo on-premise y respaldar el desarrollo en la nube. Hoy más que nunca, se espera que los gobiernos y sus dependencias también puedan moverse entre los dos mundos con mayor agilidad, eficiencia y transparencia para sus gestiones.
En este sentido, la elección de un proveedor tecnológico por parte del sector público debe estar dada no sólo por el aporte técnico sino también por la capacidad de mantener una relación continua que ofrezca una visión a largo plazo, confianza y una perspectiva de cultura organizacional que haga más placentero el viaje hacia la transformación digital. Esto cobra aún mayor importancia cuando, al observar el Global Tech Outlook de Red Hat, notamos que las prioridades de las organizaciones de hoy son la seguridad, la gestión de la TI, la infraestructura de nube, la optimización de la TI existente y la automatización.
Hagamos un paralelismo con la industria de alquileres de automóviles. Para una agencia rent-a-car, el bien más importante con el que cuenta es el automóvil, con el que debe brindar seguridad, confiabilidad y eficiencia a los conductores. ¿La agencia fabrica autos? No, depende de distintas automotrices que garantizan innovación, desarrollo y mantenimiento. Al mismo tiempo, el fabricante es el que certifica cada tecnología y actualización y asegura un ciclo de vida que protege las inversiones que sus clientes hacen.
Al igual que una automotríz confiable, un socio proveedor de soluciones informáticas por suscripción coordina todas las partes, incluidos aquellos proyectos desarrollados por las comunidades de open source, los fabricantes de hardware, proveedores de la nube, y las integra en un único sistema funcional listo para soportar cargas de trabajo de hasta misión crítica. En todas las etapas de la transformación digital, el socio de tecnología al igual que lo hace una automotríz, deberá ser solvente y comprometido a largo plazo para que las organizaciones mantengan y eleven los estándares de calidad de los servicios que ofrecen a sus usuarios.
Así como una rent-a-car suscribe a una fábrica de automóviles, aquellas organizaciones que adoptan tecnologías open source encuentran un gran valor en la suscripción de un experto:
- Tecnología. Acceso a software seguro y estable para entornos profesionales de todos los sectores, actualizaciones, servicios de información y soporte que se extenderán en toda la infraestructura, el ciclo de vida y la arquitectura de la aplicación.
- Garantía. Proporciona certeza para planificar, estabilidad para operar y soporte para innovar.
- Experiencia. Un modelo de desarrollo, implementación y gestión que se alinee a las necesidades del sector público.
En conclusión, la misión del socio de tecnología para el sector público debe ser la de integrar partes, proponer eficiencias, preparar el terreno para un cambio cultural, entregar un “automóvil” del software seguro y estable, y ofrecer una visión de largo plazo para que las organizaciones puedan planificar con eficiencia el camino por las rutas de la transformación digital. La suscripción al software de open source brinda ese compromiso estratégico y genera el marco para que los gobiernos y dependencias concentren principalmente sus esfuerzos en mejorar la entrega de servicios a los ciudadanos.
Por Jorge Labayru, Regional Manager, Global Customer Success, Red Hat Latinoamérica