Ante una situación de crisis económica como la actual, la industria agroalimentaria debe asumir como una exigencia la necesidad de aplicar las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para conseguir desarrollar productos de mayor valor añadido, acceder a nuevos mercados y reducir costes en toda la cadena de valor, como vía para mejorar su productividad, ser más competitivos y generar mayor número de empleos.
Ésta es una de las conclusiones del ITaller Nacional de Nuevas Tecnologías aplicadas al Sector Agroalimentario, celebrado el 17 de marzo en Valladolid, que congregó a más de un centenar de personas entre empresas agroalimentarias, el sector público, asociaciones sectoriales y proveedores tecnológicos de toda España. El objetivo del evento, organizado por la Consejería de Fomento de la Junta de Castilla y León y la fundación Fundetec, y promovido por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, en el marco del Plan Avanza, era analizar la situación actual de esta industria en relación con las TIC según las características propias de cada subsector, y ofrecer casos de éxito y recomendaciones para que éste mejore.
La industria agroalimentaria lidera el sector manufacturero en España, con un resultado de ventas de 84.600 millones de euros (el 14% del de ventas de la industria) y el 8% del PIB español, y genera más de 400.000 empleos, según datos de la Federación de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB). Otra característica relevante del sector es su elevada atomización: se encuentra constituido principalmente por pequeñas y medianas empresas, de las cuales un 78% corresponde a microempresas que emplean a menos de 10 trabajadores.
Desde hace unos años, esta industria está embarcada en un proceso de tecnificación e implantación progresiva de herramientas TIC (9 de cada 10 empresas disponen de equipamiento tecnológico básico y cuentan con acceso internet.), debido a la necesidad de mayor control de calidad y a los nuevos hábitos de consumo. Esta tendencia se está potenciando y extendiendo a todos los agentes y eslabones del proceso productivo para favorecer la gestión integral -desde la materia prima hasta la comercialización del producto- mediante sistemas de comercio electrónico, pasando por el control industrial y la gestión empresarial.
Otra de las conclusiones del taller destacó el auge de las soluciones tecnológicas en movilidad (43% de las empresas del sector cuenta con dispositivos móviles avanzados). Éstas se han convertido en una necesidad para muchas pymes, siendo su principal ventaja la capacidad que ofrecen para poder interaccionar con clientes y proveedores en cualquier momento.
La página web de la empresa deja de ser solo informativa, para convertirse en fundamental para la apertura de mercado, con herramientas que ayuden a la comercialización, exportación y marketing de los productos. Las empresas del sector apuestan por soluciones 2.0, que incluyan tiendas virtuales y permiten la interacción con otros usuarios y agentes del proceso productivo.
La industria agroalimentaria apuesta, sobre todo, por tecnologías y soluciones que mejoren la gestión del proceso productivo, y aquéllas que ofrecen una rentabilidad a corto plazo, entre las que destaca la facturación electrónica (en 6 de cada 10 empresas está implantada).