Por ahora, la compañía se niega a informar de qué compañía se trata. Según observadores, podría tratarse de Novell, con la que SCO difiere sobre la interpretación de la licencia y derechos al código Unix. La semana pasada, SCO dijo haber llegado a un entendimiento con Novell sobre el tema, pero las especulaciones no descartan que SCO opte por un requerimiento judicial con el fin de aclarar el tema.
Desde ya, SCO exige a IBM el pago de una indemnización de 1.000 millones de dólares. Su última estrategia fue anunciar que revocaría la licencia Unix de IBM, de forma que AIX se convertiría en un producto ilegal a partir del pasado viernes 13 de junio.
Básicamente, SCO estima que porciones importantes del código fuente de UnixWare han aparecido en otras versiones de Unix, que a su vez han sido incorporadas en Linux.
Con todo, SCO no ha aportado hasta ahora pruebas concretas que respalden sus afirmaciones.