SANTIAGO: Linux no existe. Todos saben que Linux es una versión sin licencia de Unix. De esa forma resume Kieran OShaugnessy, gerente general de SCO en Australia, los puntos de vista de su compañía ante la publicación ComputerWorld Australia.
A juicio de OShaugnessy, SCO es víctima de una campaña de odio emprendida por los medios de comunicación e iniciada por IBM como parte del litigio que enfrenta a ambas compañías respecto del código fuente de Linux.
Hemos usado 25 años para desarrollar nuestro negocio. IBM logró lo mismo en 4 años, debido a que robó nuestro código para después regalarlo, comentó OShaugnessy a ComputerWorld.
El alto ejecutivo de SCO señaló que los gastos judiciales de su compañía, que ascienden a cuatro millones de dólares por trimestre, constituyen una inversión en el futuro. De igual modo, desmiente que SCO se esté quedando sin dinero. Según indicó, su compañía tiene reservas financieras que alcanzan los 45 millones de dólares en efectivo.
En la entrevista, OShaugnessy anuncia que durante los próximos 12 meses SCO se concentrará en la comercialización de productos propios, bajando el perfil a la venta de las controvertidas licencias por uso de Linux.
Anteriormente, OShaugnessy ha estado en el centro de la noticia al anunciar que SCO Australia se querellaría contra todos los usuarios de Linux de ese país que no les compraran una licencia. En la entrevista con ComputerWorld Australia, el ejecutivo bajó el perfil a sus propias advertencias, señalando que la compañía venderá las licencias en la medida de sus posibilidades y prioridades.