En tanto, y si se mide el nivel de ingresos en consonancia con la decisión de SAP Global de hacerlo considerando tanto las ventas de software como los servicios relacionados, o sea mantenimiento, el incremento registrado es de 53 por ciento.
Nuestra apuesta por las pequeñas y medianas empresas está rindiendo frutos. El sector PyMES está adoptando nuevas tecnología para mejorar la rentabilidad y competitividad de sus negocios. Tenemos alrededor de 1.000 clientes de Business One, el paquete de soluciones especialmente diseñado para las empresas pequeñas, y más de 60 canales que cubren ese sector, dijo José Duarte, Presidente y Gerente General de SAP para América Latina.
En los últimos años, SAP ha reforzado su compromiso con el segmento de pequeñas y medianas empresas, al que le aporta las herramientas para optimizar su competitividad. Entre las importantes iniciativas para el sector, está el primer Solution Center de América Latina que facilita las herramientas para que los canales desarrollen sus soluciones micro-verticales y que significó una inversión de 3,5 millones de dólares, la más alta que SAP realizó este año en el sector PyMES.
De hecho, en la actualidad, las pequeñas y medianas empresas representan aproximadamente el 65 por ciento de los clientes de SAP en América Latina. Además, SAP le ofrece al sector programas especiales de financiamiento que permiten pagos a largo plazo.
En lo que respecta al número de nuevos clientes en el sector pequeñas empresas, SAP América Latina registró un crecimiento de 106 por ciento durante el segundo trimestre de 2007.
El crecimiento de la compañía en el sector PyMES está apalancado por la robusta red de canales que conforman el ecosistema de negocios de SAP. La capacidad de canal para este sector aumentó 115% en el segundo trimestre de este año, comparado con el trimestre anterior.
De acuerdo con Duarte, una de las claves del éxito de SAP es que sus productos y soluciones están diseñados para que las empresas puedan hacer frente al actual clima de negocios, en el que las compañías tienen que lidiar con la globalización, ciclos de negocios comprimidos, expectativas cada vez mayores de los clientes y las demandas de una mayor rentabilidad.