El caso en cuestión, iniciado por RIAA contra el estudiante Joel Tenenbaum tiene varios paralelos con similar causa de RIAA contra Jammie Thomas, sentenciada al pago de una indemnización de casi 2 millones de dólares por haber descargado y compartido 24 títulos musicales.
En la primera audiencia judicial contra Tennenbaum, la situación se veía algo sombría para el estudiante. La juez Nancy Gernter rechazó tajantemente la argumentación inicial de la defensa, que aducía uso justo del material en cuestión.
El concepto de uso justo garantiza el derecho a copiar material con derechos reservados para uso propio o en el seno familiar.
A juicio de Gernter, tal principio no puede ser usado en este caso, debido a que implicaría una aplicación demasiado general. Al respecto, indicó en un memo pre-judicial que la argumentación de la defensa es tan general, que anularía todos los principios de protección de propiedad intelectual establecidos por el Congreso.
Tal apreciación deja a la defensa desprovista de argumentación de peso, y diversos observadores pronostican que Tennenbaum perderá el juicio.
RIAA, por su parte, asegura haber encontrado 800 títulos pirateados en el disco duro del estudiante. RIAA recalca que Tennenbaum no pagó por tales títulos, que posteriormente subió a Internet para su libre distribución entre interesados.
Hasta ahora, la industria discográfica, representada por RIAA, ha demandado a 30.000 individuos en EE.UU. La mayoría de las demandas han resultado en acuerdos extrajudiciales en que RIAA ha exigido el pago de indemnizaciones menores. Su táctica es instar a los infractores a pagar una indemnización modesta, u optar por ser arruinados por el resto de sus vidas en un tribunal.
En meses pasados trascendió que RIAA desistirá de tal estrategia, concentrándose en lugar de ello en demandar a los proveedores de conexión y banda ancha. Esto podría implicar, en los hechos, que el juicio contra Tennenbaum sea el último en su tipo, al menos en EE.UU.
Fuente: Arstechnica.com