De acuerdo a la información, el incidente, el cual nunca fue revelado voluntariamente por la compañía estatal operadora del reactor, ocurrió en 1999 y provocó el cierre total de la planta para auditar la seguridad, la cual era en extremo deficiente.
Una fuente anónima vinculada a la compañía afectada comentó incluso que la seguridad física de la planta era deplorable, señalando que maniáticos, espías industriales o terroristas podrían haber cruzado el portón de la planta luciendo una identificación que cualquiera podría copiar fácilmente”.
A causa del incidente, las preocupaciones sobre la seguridad informática en toda la industria han acentuado y se espera que un nuevo programa para investigar al personal de seguridad antes de las contrataciones sea aplicado con rigor en un futuro cercano.