Nuestra sorpresa inicial se convirtió rápidamente en molestia, toda vez que en nuestra nota sobre Copyright se autoriza la reproducción de nuestros textos, bajo la condición expresa de que se nos cite como fuente. El incumplimiento por parte de REUNA de esta norma ética elemental, motivó que dirigiéramos una carta a su director, Florencio Utreras, en que solicitábamos explicaciones junto a una compensación económica proporcional al daño causado.
El Dr. Utreras, quien aparte de una importante trayectoria académica en la Universidad de Chile ha sido uno de los artífices del desarrollo de Internet en su país, simplemente se negó a responder nuestra misiva. Días después, REUNA se limitó a eliminar de su sitio web las páginas plagiadas a nuestro medio.
Nos preguntamos, ¿es así de fácil?, ¿es suficiente borrar los textos plagiados, que fueron publicados por REUNA desde el momento mismo en que Diario TI inició su presencia en Internet?.
Indudablemente podríamos presentar una querella contra REUNA ante la justicia chilena, con base en la evidencia de que disponemos. Sin embargo, preferimos renunciar a un requerimiento judicial contra REUNA y su director Florencio Utreras, con base en consideraciones exclusivamente prácticas. En efecto, reconocemos que Chile es un país profundamente legalista, pero desconocemos a la vez si su jurisprudencia contempla precedentes legales sobre violación de copyright en Internet. El tema es relativamente nuevo a nivel mundial, por lo que nuestra incertidumbre se ve reforzada. Asimismo, no estamos seguros si un tribunal chileno daría crédito a la evidencia electrónica que tenemos del abuso de REUNA. En este caso, REUNA ha eliminado de su sitio web la evidencia (las notas plagiadas), mientras que Diario TI dispone únicamente de un espejo de todo el directorio de Noticias y Eventos de REUNA. La diferencia testimonial con, por ejemplo, el plagio de una melodía grabada o un texto impreso, salta a la vista.
Y aunque REUNA en esta oportunidad escape a su responsabilidad y se niegue a compensarnos económicamente por los meses en que reprodujo ilícitamente nuestros textos, el caso REUNA ilustrará por siempre en Diario TI los procedimientos corporativos inaceptables en una Internet que mayoritariamente busca la cooperación y el intercambio de información dentro de un marco de ética y respeto por la propiedad intelectual.