En un amplio artículo publicado el 14 de enero, el periódico New York Times indica que los aparatos infectados proporcionan a la inteligencia estadounidense una autopista digital que no sólo le permite realizar espionaje a gran escala, sino también iniciar ataques en el ciberespacio.
La mayor parte del software espía es instalado mediante conexión remota vía redes. Asimismo, la NSA habría creado una serie de soluciones que permiten intervenir dispositivos no conectados a Internet. Esto quedaría demostrado en documentos y declaraciones obtenidas por el periódico.
Una de las tecnologías utilizadas por la NSA se basa en la transmisión de señales de radio ocultas, generadas por pequeños circuitos y memorias USB, que se comunican con estaciones base instaladas por la NSA a varios kilómetros del objetivo. En palabras del propio New York Times “en un catálogo producido por la agencia, filtrado en Europa por Edward Snowden, hay página tras página de dispositivos que utilizan tecnologías que habrían hecho sonreír complacido a Q, el proveedor tecnológico de James Bond”.
Como resultado de las filtraciones de Edward Snowden se ha podido conocer las capacidades de que dispone la NSA. Una de las unidades sería Cottonmouth 1, que se asemeja a una memoria USB corriente, y que está dotada de un transmisor y receptor incorporado. Esta unidad está capacitada para enviar información desde una conexión de radio oculta, que puede transmitir y recibir datos. Otra variante de la misma solución consiste de un minúsculo circuito que puede ser instalado en el sistema intervenido, ya sea por un agente, o por el fabricante del hardware. Éste circuito puede conectar la computadora intervenida a los sistemas de la NSA, incluso cuando el usuario cree tener la seguridad de no estar conectado a red alguna.
Nightstand, en tanto, es el nombre clave de la estación receptora con la que se comunican tales unidades. Este aparato puede ser instalado en un portafolio, escribe New York Times, agregando que en situaciones ideales puede establecer contacto radial en una distancia superior a los 12 km.
La NSA se negó a comentar el artículo de New York Times, limitándose a señalar al periódico que: “La información constante y selectiva de técnicas y herramientas específicas utilizadas por la NSA para alcanzar objetivos extranjeros de inteligencia perjudica la seguridad de Estados Unidos y nuestros aliados”. La organización insiste en señalar que sus capacidades no han sido utilizadas contra objetivos ni ciudadanos estadounidenses, negando además que se haya obtenido información de empresas extranjeras, o que esta información haya sido comunicada a empresas estadounidenses. Claro está, en tal caso se estaría hablando de espionaje industrial.
El viernes 17 de enero, el presidente Barack Obama anunciará una serie de medidas que el gobierno estadounidense planea aplicar a la NSA y a los servicios estadounidenses de inteligencia, como resultado del proceso de filtraciones iniciado en junio de 2013 por Edward Snowden.
Ilustración: Desmond Llewelyn (1914-1999), actor que interpretó a “Q” en 17 películas de James Bond entre 1963 y 1999. Fotografía de Wikimedia Commons.