El proveedor de conexión fue objeto de una tormenta mediática al trascender que sin notificar a sus alientes había reducido la velocidad de conexión para determinados tipos de tráfico digital, como por ejemplo las descargas de Bittorrent. La situación llevó a las autoridades estadounidenses de telecomunicaciones a pronunciarse sobre el tema y calificar las medidas de Comcast de ilegales.
Comcast decidió, en vista de tal situación, aplicar un límite mensual de 250 giga bytes por cliente, y reservándose el derecho de aplicar reducciones al tráfico en su red. Por tal razón, la compañía ha presentado una apelación al fallo de las autoridades. Según la publicación Ars Technica, Comcast está en desacuerdo con el fundamento legal que tiene el fallo de la autoridad. Con su apelación, la compañía propone sentar un precedente legal sobre la materia. En su apelación, Comcast solicita además autorización para instaurar un sistema en que únicamente se reduce el tráfico de usuarios con volúmenes extremos de descargas, a 20 minutos diarios.
El caso de Comcast inició un debate a gran escala en Estados Unidos sobre la denominada neutralidad de la red. El concepto sugiere que todos los datos que circulan por Internet deben tener la misma prioridad. Los defensores de la neutralidad indican que no debería ser posible para intereses comerciales limitar un tráfico determinado.
Por su parte, los opositores de la neutralidad de la red consideran necesario instaurar limitaciones con el fin de mantener un nivel aceptable de servicio para todos los usuarios.