El Consejo de Protección al Consumidor de Dinamarca considera que Google no tiene derecho a escanear el correo electrónico que reciben sus usuarios. La entidad ha expresado un fuerte escepticismo ante el hecho que todo el correo electrónico recibido por los usuarios de Gmail es escaneado con el fin de presentar al usuario publicidad contextual.
Google ha realizado durante 4 años este procedimiento, es decir durante el tiempo que ha existido Gmail, por lo que la reacción del Consejo de Protección al Consumidor es algo tardía.
Anette Høyrup, abogada del Consejo, indica que éste ha sentido interés por tal procedimiento de Google durante largo tiempo, pero que ahora concentra su atención en la compañía en el contexto de una campaña de fomento de la seguridad online iniciada en ese país escandinavo.
A juicio de la abogada, numerosos usuarios no entienden tal procedimiento, aunque éste se ajusta a las condiciones de uso de Google, debido a que el texto con las condiciones de uso del servicio es largo y complejo, lo que hace que muchas personas no lean tal texto antes de apuntarse como usuarios del servicio.
Es inexplicable que Google esté autorizado para escanear el correo electrónico enviado vía Gmail, con el propósito de dirigir publicidad contextual al destinatario, indicó Høyrup.
Peor aún es el hecho que el correo electrónico enviado desde sistemas externos de correo también sea escaneado. Es decir, se trata de correo electrónico proveniente de una persona que no ha acepado las condiciones de uso de Google, y que no tiene una posibilidad real de no aceptar que su correo sea escaneado, declaró la funcionaria.
Google, por su parte, comparte la opinión de que tal procedimiento pueda ser considerado como una violación de la privacidad. El análisis del texto no es realizado por personas, y sólo ocasionalmente se hace un vínculo entre el contenido del correo y la publicidad. Así, no se revelan detalles del contenido del mensaje a otras personas que no sean el propio destinatario, escribe Google en un comentario.
Google indica además que en cierta medida todos los proveedores de correo realizan un análisis automático del correo. Por ejemplo, el correo que transita por otros servidores es necesariamente analizado por robots en búsqueda de malware, antes de re- enviar tales comunicaciones.
Høyrup desestima tal comparación, señalando que es improcedente comparar el proceso de análisis de correo en búsqueda de código maligno, con un derecho a asegurarse ingresos publicitarios a costa de la privacidad de las personas.
Fuente: Comon.dk