La propuesta apunta a reforzar las medidas contra el espionaje industrial y el terrorismo, y permitir a los empleadores relevar a sus colaboradores desleales.
Sindicatos, expertos en informática y defensores de la privacidad de las personas han criticado fuertemente la propuesta. Patrik Bihamar, analista jefe de la división australiana de IDC comentó que hay una gran diferencia entre proteger la receta de Coca Cola y preservar la seguridad nacional.
En muchos países, las leyes de protección de la privacidad regulan la recolección y almacenamiento de datos personales. Con todo, en muchas legislaciones se deja mayor libertad a un empleador respecto de sus propios empleados que de sus clientes.
En varios países, numerosos juicios han determinado el despido de empleados que han sido sorprendidos abusando de los recursos informáticos de la empresa, descargando ilegalmente material protegido por derechos de propiedad intelectual, pornografía, etc.
Fuente: IT News Australia