Paralelamente, diversos gobiernos, aparte de la Comisión Europea, han recomendado a las empresas no suscribir contratos en que información de importancia crítica sea almacenada en servicios que operan bajo jurisdicción estadounidense.
La tendencia ha causado inquietud entre los proveedores estadounidenses de servicios en la nube, que temen perder cuotas en uno de los mercados de mayor crecimiento en el ámbito de las TI para empresas.
Un centro estadounidense de pensamiento y análisis específicamente dedicado a las TI, el Information Technology & Innovation Foundation (ITIF), ha estudiado el tema en detalle, con el fin de calcular las posibles consecuencias que PRISM tendrá en la industria estadounidense de las TI. Su informe, titulado “How Much Will PRISM Cost the U.S. Cloud Computing Industry?” (¿Cuánto costará PRISM a la industria estadounidense de la nube?, documento PDF de 9 páginas), la organización estima que una pérdida de entre 10 y 20 por ciento de la cuota del mercado podría traducirse en una reducción de 22 a 35.000 millones de dólares de facturación durante los próximos tres años.
La Unión Europea intenta aprovechar la nube como una oportunidad de aumentar la competitividad de la industria europea de las TI. Para tal efecto, la organización ha lanzado su propia estrategia europea para la nube, denominada European Cloud Computing Strategy, y una asociación europea para la nube, “European Cloud Partnership”, entre los sectores público y privado. En un memo titulado “Unleashing the Potential of Cloud Computing in Europe”, la Comisión Europea recalca la importancia que la nube tendrá para el desarrollo económico del conglomerado de países, llegando incluso a señalar que la intención es que el sector TI europeo pueda competir con Estados Unidos. En el documento se indica, entre otras cosas: “Según nuevas estimaciones, los ingresos en la UE podrían bordear los 80.000 millones de euros en 2020 en caso de resultar exitosa la intervención propuesta. Por lo tanto, esta estrategia trata sobre crear una nueva industria y, en particular, de competir más eficazmente con Estados Unidos”.
Neelie Kraus, comisaria de agenda digital de la UE, fue una de las primeras autoridades europeas en referirse a los problemas que las revelaciones sobre PRISM podrían ocasionar a las TI estadounidenses. En una entrevista con The Guardian (el periódico que junto a Washington Post publicó inicialmente las revelaciones de Edward Snowden), declaró: “Si los clientes europeos de la nube no confían en el gobierno estadounidense, quizás tampoco podrán confiar en los proveedores estadounidenses de servicios en la nube. Si estoy en lo correcto, esto podría tener consecuencias multimillonarias para las empresas estadounidenses. Si yo fuese un proveedor estadounidense de servicios en la nube, estaría en grado sumo incómoda con mi propio gobierno”.
En su informe, ITIF indica que las cláusulas que obligan a los proveedores estadounidenses a entregar información a las autoridades de ese país se basan en la Ley Patriota. Este argumento en sí ha sido utilizado por políticos y empresarios europeos para prevenir proveedores locales. El caso PRISM no ha hecho sino acentuar esta perspectiva.
Por otra parte, ITIF señala que gran parte de la publicidad europea en tal sentido está disimulando la realidad, con cierto oportunismo. Al respecto, señala que la Unión Europea -y numerosos países- tienen legislaciones que, al igual que la Ley Patriota facultan a las autoridades a realizar espionaje electrónico sin contar con una orden judicial.
El informe de ITIF concluye con una recomendación para el gobierno de Estados Unidos, en el sentido que es necesario mostrar mayor transparencia en torno al tema del espionaje electrónico. El secretismo en torno a la Agencia Nacional de Seguridad, NSA, que incluye un tribunal secreto que autoriza de oficio y automáticamente todas las escuchas, son indicativos de la necesidad de mayor transparencia, que resulte en una mejor regulación y control de sus actividades. En concreto, ITIF pide a las autoridades de Washington aclarar a qué tipo de información tienen acceso y en qué medida tales procedimientos pueden ser comparados con los de otros países.
“Las consecuencias económicas de las decisiones sobre la seguridad nacional deben necesariamente formar parte del debate”, se indica en el informe.
Ilustración principal: Sede de la NSA (fotografía de Wikipedia, con licencia de Wikimedia Commons) y logotipo de Prisma (reproducido por The Guardian). Edición de ambas imágenes: Diario TI.