La causa principal del bajo precio a mayoristas es que las expectativas mundiales sobre la venta de computadoras han sido mayores a las ventas reales, lo que ha generado una sobreoferta de componentes. De igual modo, las fábricas de chips de memoria reportan bodegas colmadas de RAM, situación de cierta gravedad toda vez que en la industria informática los productos enfrentan permanentemente la amenaza de la obsolescencia. El negativo panorama también ha afectado la comercialización de las memorias DRAM, informa Nikkei Markets en un análisis.
El elemento positivo es que la actual situación beneficia a los consumidores. Según Nikkei Markets, los precios continuarán bajando durante el primer semestre de 2001, para luego equipararse con la demanda. La estabilización se deberá principalmente a la propagación e integración de nuevos productos como Pentium 4 de Intel y Windows 2000, que exigirán mayores recursos de hardware, entre ellos RAM.