SANTIAGO: Andrew Monk, catedrático de la Universidad de York, realizó un estudio en que buscaba explicar la causa de que las personas sientan molestia al escuchar a otros hablar por teléfono móvil.
Según Monk, la molestia se debe sencillamente a la curiosidad y necesidad de comunicación de las personas. A la gente le molesta ser espectadores de una conversación en la que sólo puede escuchar lo que dice una de las partes. En segundo lugar, la irritación crece debido a que se trata de una conversación en la que no es posible participar.
Las conclusiones de Mork se basan en entrevistas con 64 personas, que debieron escuchar una serie de conversaciones, clasificadas en diversas categorías.
La mitad de las conversaciones fueron realizadas mediante teléfonos móviles, en tanto que las restantes fueron conversaciones cara a cara entre dos personas. Asimismo, los diálogos ocurrieron alternadamente en voz baja y en voz alta.
Una vez realizado el experimento se entrevistó a los 64 participantes, a quienes se pidió clasificar en una escala de uno a cinco el grado de molestia que les habían causado las conversaciones. El resultado fue unánime: las conversaciones por teléfono móvil causan mucho más irritación que los diálogos cara a cara.
Según Monk, la naturaleza comunicativa de las personas hace que sea frustrante escuchar sólo la mitad de una conversación, escribe FutureZone.
Al escuchar un diálogo surge una necesidad de entender de qué se está hablando. Lo que otras personas dicen hace surgir un deseo inconsciente de hablar y participar en la conversación, explicó Monk.