En numerosos países, las supercomputadoras están sujetas a normativas especiales de importación y exportación, toda vez que pueden ser empleadas para resolver algoritmos de encriptación avanzados o para la producción de armas y artefactos de alta precisión.
Según ha trascendido, la nueva consola incorpora un procesador denominado The Emotion Engine, que está en condiciones de ejecutar 6.2 gigaflops (6.2 mil millones de operaciones de punto flotante) por segundo; es decir, un rendimiento considerablemente superior a las computadoras más rápidas en existencia para el mercado de consumidores.
En comparación, la nueva máquina G4 de Apple Computer, tiene un rendimiento de 1 Gigaflop, lo que hizo que en su momento las G4 fueran clasificadas de supercomputadoras por el gobierno estadounidense, que de esa forma impidió su exportación a países de la denominada lista restringida (Siria, Irak, China, Libia, etc).
Por su parte, el gobierno japonés anunció inmediatamente después del lanzamiento de PlayStation 2 que estudiaría si es procedente aplicar restricciones al nuevo producto de Sony que, sin embargo, ya está siendo distribuido en varios países europeos. Un elemento clave del razonamiento de la autoridad japonesa, será establecer si PlayStation 2 es definida internacionalmente como computadora, lo que inevitablemente la sometería a tratados internacionales como el de Wasenaar.
Con todo, expertos indicaron que PlayStation 2 opera a velocidades vertiginosas sólo al tratarse de elementos gráficos (de punto flotante), pero que el resto de procesador es demasiado lento como para representar amenaza militar alguna.