La querella de Playboy se fundamenta en que los visitantes de los citados buscadores obtienen, al digitar las palabras playboy o playmate, enlaces de hipertexto no solo hacia el sitio web de Playboy Enterprises, sino también hacia otros sitios web con contenido pornográfico que pagan por ser vinculados con ambas palabras.
A entender de Playboy, la venta de vinculación con palabras o conceptos de su propiedad constituye un abuso de marca registrada.
Playboy precisa que sus intenciones no son únicamente beneficiarse económicamente de la querella contra ambos buscadores sino dejar en claro que no acepta que su nombre sea vinculado con pornografía dura.