Gracias a la tecnología de virtualización, un servidor físico de última generación actúa como varias máquinas independientes y generando varios Servidores Virtuales, que el usuario puede acceder y administrar con la flexibilidad de un servidor dedicado: su propia configuración de sistema y aplicaciones, librerías, panel de control, acceso de administración.
Los Servidores Virtuales multiplican las prestaciones de los planes de hosting compartido y son completamente escalables de forma inmediata, sin necesidad de reinstalar las aplicaciones ni cortes de servicio. De este modo, ofrecen la mejor solución para los proyectos web que registran elevadas tasas de crecimiento o para cubrir demandas puntuales en las prestaciones que necesitan.
Los Servidores Virtuales también son la solución tecnológica más adecuada para los proyectos en Internet que requieren aplicaciones concretas y para los desarrolladores que quieren gestionar su propio entorno web para pruebas o demostraciones.