Vistiendo camisetas alusivas a Linux y portando pingüinos de peluche, los manifestantes se apersonaron frente a las oficinas de Microsoft y protestaron contra las dificultades que enfrentan quienes desearían comprar computadoras sin el sistema operativo Windows preinstalado.
Atendiendo los deseos de los manifestantes de dialogar con Microsoft, un vocero de la compañía bajó al estacionamiento del edificio y les explicó que las exigencias de reembolso deben ser dirigidas a los fabricantes de las computadoras y no a Microsoft.
En tal sentido, recalcó que la compañía no se opone a tales reembolsos y que así lo ha dado a entender a las fábricas de computadoras que preinstalan Windows en sus máquinas.