Paradigma de los nuevos negocios: la tecnología como servicio de consumo

Sostener relaciones de confianza con los clientes en la economía digital que vivimos ya no es opcional, sino un factor de negocio fundamental para la rentabilidad.

Los tiempos que vivimos son decisivos. Las consecuencias de la pandemia hicieron explícita la necesidad de invertir y consumir tecnología, incluso entre quienes más resistencia tenían a su adopción. De esta forma, se ha ido priorizando el desarrollo de los negocios con nuevas propuestas de valor, modelos de negocio, de gestión y de servicio. Y no solo eso, la relación de las empresas con sus clientes cambió para siempre. 

La evolución es diaria. Sostener relaciones de confianza con los clientes en la economía digital que vivimos ya no es opcional, sino un factor de negocio fundamental para la rentabilidad. Las necesidades y consumos cambiaron. Lo digital viene mostrando sus ventajas y ganando terreno al modo presencial tradicional. Y lejos de ser circunstancial, esta situación continuará en su rápida evolución post pandemia.

Dentro de los grandes cambios que estamos observando es que hoy, el principal modelo de consumo de la tecnología es como servicio. Ya no compramos una radio para escuchar música, contratamos Spotify. No vamos al cine, usamos Netflix. No compramos un servidor sino que contratamos una imagen en la nube. No compramos una licencia sino que pagamos una suscripción por uso. Estas cosas, hoy comunes, pasan a toda escala con la tecnología aplicada en las empresas y sus negocios y servicios.

La tecnología permitió sostener negocios, consolidando el trabajo remoto sin perder productividad y eficiencia. Además, transformó los modelos de gestión y planificación de las compañías: hoy se paga por demanda y uso. Un ejemplo claro es la masificación del cloud. La pandemia de Covid-19 provocó una avalancha de procesos y servicios alojados en esta valiosa tecnología, empujando el desarrollo de los mega data centers para poder soportar la mayor demanda.

Frente a una demanda variable de tecnología, que se mueve por el consumo que le imprime el mercado, es cada vez más complejo hacer una estimación de presupuestos y capacidades, tanto para quienes consumen como para quienes prestan los servicios de tecnología. 

Los desafíos son grandes, y demandan una gran capacidad de adaptación, innovación, flexibilidad y orientación hacia mejores servicios. Incluso, el cambio de modelo de consumo “como servicio”, trae retos financieros en los modelos de capex, pues cada vez más todo se vuelve opex. En ese sentido, será relevante comprender este cambio de paradigma, y alinearse a las necesidades de los clientes, asegurando calidad, confiabilidad y seguridad.

Cambió la forma de cobrar, financiar y costear. En este escenario, hay dos formas de prestar servicio: servicios profesionales para acompañar cambios y transformaciones, y servicios recurrentes en el tiempo acompañando las operaciones de día a día. 

Es fundamental, para cualquier tipo de necesidad de los clientes, emplear servicios gestionados con modelos profesionales que contemplen competencias y herramientas esenciales para los requerimientos de hoy. Hay clientes que requieren transformaciones de base; mientras que otros solo contemplan mantenimientos o asesoramientos específicos.

Con sinergia, eficiencia y experiencia las necesidades tecnológicas prometen seguir transformando el mundo como lo conocemos. Los servicios se consumen a demanda, como servicio. Eso es una realidad y hay que trabajar desde allí. 

Por Roberto Carrillo, director de Operaciones y Servicios Gestionados Digitales de CoasinLogicalis


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