Al respecto, un comité asesor ad-hoc del presidente Clinton presentó un informe según el cual ya no existe en EEUU riesgo de errores de funcionamiento en áreas vitales como el suministro eléctrico, transporte, comunicaciones y atención hospitalaria.
En el informe se señala además que un tema prioritario dentro de los próximos meses será instrumentar medidas tendientes a aminorar el riesgo de reacciones desmedidas léase pánico por el cambio de milenio. En otras palabras, las autoridades temen que la ciudadanía se aboque al acaparamiento masivo de gasolina, alimentos y medicamentos, a la vez se generalice el retiro de fondos bancarios.
Al respecto, John Koskinen, uno de los integrantes del citado comité, declaró en una conferencia sobre el Y2K realizada en Nueva York que conductas que, vistas por separado, pudieran parecer lógicas, como retirar 1.000 dólares del banco, o comprar el doble de medicamentos que lo normal, podrían crear un problema de grandes dimensiones si 200 millones de estadounidenses se decidieran por hacerlo al mismo tiempo.
El experto agregó que los problemas técnicos atribuibles a la transición informática al año 2000 podrían más bien surgir en otros países, pequeñas empresas y oficinas públicas sin importancia vital para el conjunto de la sociedad.