Opinión | WhatsApp y la revolución en el mundo de los pagos online

El desafío es que las transacciones tendrán efecto en segundos y serán valores irrecuperables; es decir, en casos de fraude, será muy difícil recuperar las pérdidas financieras.

Recientemente, se anunció la posibilidad de realizar pagos en Brasil a través de WhatsApp, a través de un mensaje exclusivo de Mark Zuckerber. Además de la facilidad que proporcionará este nuevo método de pago, esto abrirá puertas a nuevas oportunidades que impactarán, no solo al sector bancario, sino también a sectores no financieros como el comercio minorista, las telecomunicaciones, los seguros y los nuevos actores en el escenario.

Solo es cuestión de tiempo para que estos nuevos métodos de pago, como WhatsApp, se empiecen a expandir a otros países de Latinoamérica. Las economías más grandes y con regulaciones que permitan nuevos métodos de pagos, abrirán sus puertas a estas tendencias. De hecho, México, Colombia, Chile y Perú ya ofrecen métodos innovadores, pero conforme ingresan nuevos players en el mercado, se verán cada vez más servicios flexibles, rápidos, populares y de alta aceptación por los usuarios.

La demanda de pagos digitales, que ha adquirido mayor relevancia en el mundo post pandemia al reducir el contacto directo y el uso del dinero, se ha sumado a nuevas tecnologías existentes que facilitan las transacciones electrónicas, creando un mundo de posibilidades y haciendo que muchas empresas inviertan en este mercado. Gran parte de esta inversión está relacionada con la forma de garantizar que en el nuevo ecosistema no se cometa fraude ni delitos financieros, como el lavado de dinero, el abuso del uso de datos personales y el delito cibernético.

Los bancos y otros nuevos “players” están ingresando al mundo de los pagos P2P (persona a persona) para ofrecer servicios que les permitan recibir fondos entre las partes involucradas de una manera fácil y ágil. Ya sea para hacer una transferencia, pagar una factura o impuestos, usar un beneficio social o tener una aplicación con su propia billetera digital.

Las empresas ya consolidadas en el mercado, como los bancos tradicionales, deberán reinventarse, porque las transacciones conciliadas en segundos o minutos no son nuevas. Nuevas tecnologías que llegaron a través de teléfonos inteligentes, fintechs y bancos digitales exigieron la evolución de estos sistemas de pago.

Estas tecnologías colaboraron para que en América Latina aparecieran iniciativas de pago instantáneo, como PIX en Brasil, SPEI/CoDi en México, Yape o Plin en Perú, Transfiya en Colombia, entre otras. Sin embargo, otras industrias como retail, telecomunicaciones, B2B, etc. tienen que entender que el open banking y pagos online abren las puertas para crear servicios innovadores, consolidarse en el mercado y ser la próxima compañía disruptiva en su país.

Ahora, las transacciones tendrán efecto en segundos y serán valores irrecuperables. Es decir, en casos de fraude, será muy difícil recuperar las pérdidas financieras y, como consecuencia, habrá un impacto en la experiencia del usuario y el riesgo de imagen para las empresas involucradas. Peor aún serán los casos de empresas involucradas en algún tipo de corrupción o escándalo de lavado de dinero.

Por lo tanto, la principal preocupación con los pagos online está relacionada con:

1-     Verificar la identidad de los usuarios:  El proceso de suministro es el punto más crítico para detectar un intento de fraude o una posible falsedad ideológica en el mundo de los pagos online. Muchos desafíos están relacionados con los riesgos de malware, robo de datos, ingeniería social, capacitación de usuarios y phishing.

2-     Combinar tecnologías y fuentes de datos para validaciones biométricas: Utilizar el aprendizaje automático y las tecnologías disponibles en el mercado para autenticar a los usuarios, pero al mismo tiempo, no crear procesos invasivos que afecten la experiencia del usuario.

3-     Verificar el origen de los fondos y la idoneidad de las personas y las empresas: Nadie quiere que su empresa sea utilizada como un canal para recaudar fondos ilícitos u ocultar activos. Así como los pagos online brindan beneficios como la rapidez y facilidad para ofrecer nuevos productos financieros, esto también abre brechas para posibles delitos financieros que pueden ocurrir en cuestión de segundos.

4-     Monitorear transacciones con modelos analíticos cognitivos: Las transacciones serán 24×7 y ya no será posible llamar a un cliente a las 2am para preguntar si reconoce o no una transacción. Sólo con los modelos analíticos y el poder de procesamiento que tenemos hoy será posible combatir activamente los intentos de fraude y lavado de dinero.

5-     Experiencia de usuario personalizada: No tiene sentido solicitar varios factores de autenticación (selfie, huella digital, comprobante de residencia, foto de identidad, etc.) para evitar fraudes e impactar la experiencia del usuario. Los procesos simples y eficientes con sus tecnologías serán diferenciales entre las empresas.

Cada país tiene realidades distintas, regulaciones locales, iniciativas públicas y privadas variadas, pero estas preocupaciones aplican para cada caso.

Por Fabricio Ikeda, Director de Prevención de Fraude en FICO para América Latina


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