Hubo un tiempo en que los diseñadores web con predilección por Microsoft diseñaban sus sitios de forma que fuesen leídos erróneamente por navegadores distintos a Internet Explorer. Tal situación llevó a la compañía noruega Opera Software a incorporar en su programa código que le permitiera simular ser Internet Explorer.
Considerando que esta variante de la guerra de los navegadores afortunadamente ha quedado atrás, Opera considera deshacerse de su disfraz.
En su configuración estándar, la versión beta de Opera 8.10 se identifica como Opera, y si todo funciona bien durante el período beta la configuración será transferida al producto final.
Esto pudiera tener consecuencias para la posición de Opera en las estadísticas. Anteriormente, la compañía al expresado preocupación en el sentido que su posición relativamente débil en el mercado de los navegadores se debe principalmente a que los usuarios de Opera son contados como usuarios de Internet Explorer, escribe la publicación ZDNet News.