La campaña, denominada Product ID Initiative, implica básicamente que la gente que crea haber comprado un programa pirata lo envíe a Microsoft junto con una declaración firmada y una prueba de la compra. La compañía se compromete a verificar el recibo en dos días, y le hará saber al consumidor si el software es genuino o falso.
Si el software resulta ser falso, Microsoft remplazará una copia por consumidor con una versión original del software.
La compañía informó que no remplazará falsificaciones que sean obvias, así como no remplazará más de un título por consumidor. En cuanto a las grandes compras que resulten ser falsas, Microsoft apoyará totalmente al consumidor para recuperar el dinero, levantando una denuncia.
Mediante este esquema Microsoft tendrá idea de donde está siendo vendido el software falso, y de donde viene. La información obtenida por Product ID initiative será almacenada en una base de datos nacional y si un nombre en particular se presenta frecuentemente, existen varias formas de acción que pueden ser tomadas.
Si la compra resulta ser una falsificación, una de las acciones posibles es enviar una carta de advertencia, o una carta de suspensión. En caso de que esta acción falle, el caso será enviado a la policía o a una autoridad similar.
En Estados Unidos, la campaña de Microsoft ya cuenta con el respaldo de las autoridades policiales.