Las autoridades de la defensa estadounidense se han propuesto aplicar limitaciones al uso civil del nuevo estándar 802.11a, debido que este provocaría interferencias en, al menos, 10 sistemas de radares.
Tales intenciones motivaron una intensa actividad de parte de las principales compañías tecnológicas, como Microsoft, Intel y Cisco, que la semana pasada se reunieron con funcionarios gubernamentales para impedir que entraben lo que ha sido, hasta ahora, el mayor avance registrado en el ámbito de las redes inalámbricas.
Las empresas señaladas, que ven comprometidos sus intereses con las aprensiones militares, recalcan que, hasta ahora, no hay ningún caso documentado de que alguna WLAN civil haya causado distorsiones en sistemas militares.
En este contexto, algunas fuentes mencionan que en Europa, donde ya se usa el nuevo estándar 802.11a, se ha establecido que cuando los sistemas militares se encuentren en la misma frecuencia de transmisión que un sistema civil, aquellos obtendrán automáticamente un derecho a vía.
Entre los sistemas que, según los militares estadounidenses, serían afectados por las nuevas WLAN figuran los radares para detección de tormentas, de control de tráfico aéreo, e incluso sistemas de navegación para misiles.