La jugada de asegurarse la licencia de SCO es interpretada como un posicionamiento estratégico de Microsoft en la contienda que libra SCO contra el resto de los círculos Linux.
A juicio de SCO, gran parte del código fuente de Linux consiste de código comercial con derechos reservados, y que de esa forma, la cultura de gratuidad del mundo Linux está basada en un simple robo de material protegido. Inicialmente, SCO se querelló contra IBM, pero luego ha expresado que también se dispone a incluir a otras compañías del área Linux en sus requerimientos judiciales.
En caso de que SCO triunfe en los tribunales, Linux podría verse enfrentado al fin de sus días. En caso de quedar establecido judicialmente que Linux contiene código robado, el sistema quedaría clasificado como software pirata, con lo que ninguna empresa o institución pública estaría dispuesta a usarlo.
Microsoft, que ha tenido una posición altamente variable con respecto a Linux y que ha ido desde la indiferencia hasta la clasificación de Linux como principal competidor- ahora aprovecha la oportunidad para asegurarse los derechos del código propiedad de SCO.
En declaraciones hechas el 19 de mayo, Brad Smith, portavoz de Microsoft, declaró a los medios que Comprar la licencia de SCO es un testimonio del interés de Microsoft por el respeto a la propiedad intelectual, además de una muestra del sano intercambio de tales trabajos en la industria de las TI.
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