MADRID: Con ello, Microsoft acepta indirectamente los cuestionamientos realizados por las autoridades comerciales japonesas, respecto a los contratos suscritos con proveedores OEM de ese país.
Según las autoridades niponas, Microsoft había suscrito contratos ilegales con fabricantes de PCs como Nec, Hitachi y Sony.
Los contratos implicaban que las compañías japonesas renunciaban al derecho de demandar a Microsoft en caso que la compañía estadounidense usara algunas de sus patentes.
Microsoft ha negado en todo momento haber infringido la legislación japonesa.