SANTIAGO: La idea no es nueva. Tuvo su origen en 1992, cuando la investigadora Cynthia Dork propuso usar parte del poder de procesamiento del procesador para pagar por el envío de correo electrónico. Entonces, al igual que ahora, la idea era emular el principio en que siempre se ha basado el correo tradicional: el remitente paga por el envío.
Un sistema como el propuesto por Microsoft implica que los remitentes de e-mail deberían pagar una suerte de compensación es decir, usar recursos de su propia CPU- por recargar el sistema del destinatario.
A juicio de Microsoft Research Group, tal sistema tiene una función preventiva, aunque reconoce que afectaría negativamente a los usuarios de máquinas antiguas.
En lugar de ello, Microsoft Research Group propone usar la memoria, o más bien el tiempo que usa la computadora para recoger la información desde los chips de memoria, como moneda de pago.
En términos prácticos, esto implica que el procesador debe solucionar un pequeño problema matemático que requiera información y recursos de la memoria, antes que el e-mail pueda ser enviado.
Comentando la idea de Microsoft, Paul Woods, de la compañía MessageLabs, señaló a BBC que se trata de una posibilidad viable, aunque recalcó que debería tratarse de un sistema abierto, no propiedad exclusiva de Microsoft, para poder convertirse en un estándar exitoso y generalizado.