En su intervención del lunes, realizada a puertas cerradas por disposición del juez Thomas Penfield Jackson, Schmalensee refutó enérgicamente las acusaciones de la parte querellante, aseverando que la política de precios de Microsoft de ninguna manera había resultado en un perjuicio para los consumidores, sino por el contrario, en un beneficio neto.
De igual modo, señaló que la integración del lector web Internet Explorer en el sistema operativo Windows fomenta la libre competencia; es decir, presentó un punto de vista diametralmente contrario al expuesto por los 12 testigos citados por el Departamento de Justicia, quienes consideran que tal integración obstruye la libre competencia.
Schmalensee, quien anteriormente ha sido asesor del propio Departamento de Justicia, además de la Comisión Federal de Comercio, considera que el mercado del software tradicionalmente otorga sus preferencias a las empresas líderes en cada categoría. En su opinión, tales líderes de categoría de ninguna manera son invencibles, pudiendo siempre ser desplazados por nuevos actores innovadores. A modo de ejemplo, citó el caso de Word Perfect, que lideraba en el mercado hasta que fue desalojado por la suite Office de Microsoft.
A modo de conclusión, Schmalensee calicó de erróneo creer que tener una gran parte del mercado es lo mismo que tener un monopolio. De igual modo, citó el concepto propuesto de sistema operativo neutro como un clásico ejemplo de abuso de la legislación comercial.