El tema fue planteado por la prestigiosa experta en Windows, Mary-Jo Foley, luego de ser notificada por un usuario de Windows Pro.
La desactivación de esta funcionalidad, que hasta hace poco había estado disponible en Windows 10 Professional, es resultado de una actualización automática. En concreto, Microsoft ha desactivado, retroactivamente, una función que permitía a los administradores de sistema restringir acceso a Windows Store en sus redes. Entre otras cosas, esto hacía posible impedir la descarga y utilización de juegos y otras aplicaciones no autorizadas por la empresa.
Ante una consulta de Foley, Microsoft confirmó el cambio, señalando que las empresas que necesiten bloquear el acceso a Windows Store se verán en la necesidad de actualizar a Windows 10 Enterprise. La empresa emitió la siguiente declaración: “Microsoft se esfuerza por ayudar a las empresas a gestionar su entorno TI, dando a la vez a las personas la posibilidad de elegir qué aplicaciones y dispositivos utilizar para aumentar su productividad laboral y personal. Windows 10 Enterprise es nuestra oferta que proporciona a los profesionales de las TI un control más granular sobre los dispositivos de la empresa. Windows 10 Pro, en tanto, ofrece un subnivel de estas capacidades, por lo que está recomendado para Pymes que necesiten cierto nivel de control, pero no el paquete completo necesario para los profesionales TI de empresas de mayor envergadura. La capacidad de bloquear acceso a Windows Store se presenta, típicamente, en organizaciones que quieren tener más control sobre los dispositivos de su propiedad. Esta perspectiva calza con la propuesta de valor de Windows 10 Enterprise”.
Paralelamente, Microsoft subió un comentario a su base de artículos de soporte, donde bajo el titular “No puedo desactivar Windows Store en Windows 10 Pro mediante Políticas para Grupos”, escribe: “El sistema está diseñado para funcionar así. En Windows 10, versión 1511, estas políticas son aplicables para los usuarios de las versiones Entreprise y Education”.
La desactivación retroactiva aplicada por Microsoft implica, entonces, que si las empresas quieren seguir utilizando una funcionalidad por la que creían haber pagado, tendrán que pagar nuevamente por una categoría superior del producto.