Básicamente, lo que distingue la computación cuántica de la tradicional es que cada bit puede consistir de un 1 y un 0 simultáneamente, situación que hace posible para las computadoras cuánticas realizar cálculos a una velocidad muy superior a la actual.
Todd Holmdahl, vicepresidente corporativo del programa cuántico de Microsoft, quien anteriormente ha trabajado con los proyectos Kinect, Xbox y HoloLens, de la misma empresa, estará al mando de la incursión de Microsoft en el desarrollo de hardware y software cuántico escalable.
“Creo que estamos en un punto de inflexión en el que estamos listos para pasar de la investigación a la ingeniería”, dijo Holmdahl, a cuyo juicio la prolongada inversión de la compañía en investigación cuántica ha sido lo suficientemente fructífera como para que exista un plan claro para el desarrollo de una computadora cuántica escalable.
Con todo, Holmdahl puso de relieve que el éxito nunca está garantizado. “Ninguna de estas cosas es un hecho. Pero hay que correr riesgos para poder tener un gran impacto en el mundo, y creo que ahora tenemos la oportunidad de hacerlo”.
Holmdahl estará asistido por dos líderes en el ámbito de la computación cuántica, Leo Kouwenhoven y Charles Marcus. Microsoft también anuncia la próxima incorporación de Matthias Troyer y David Reilly, también destacados científicos.
Microsoft recalca que su intención no es crear un denominado “qubit topológico” (un qubit es la unidad de información cuántica, por qubit o quantum bit), que sólo funcione en un entorno controlado, de laboratorio, sino elaborar herramientas confiables que los científicos no expertos en computación cuántica puedan utilizar para resolver algunos de los difíciles problemas que enfrenta la humanidad. Al hacerlo, buscan contribuir al surgimiento de una “economía cuántica” que podría revolucionar industrias, la medicina y la ciencia de los materiales.
Al respecto, Charles Marcus comentó que la economía cuántica nunca será una realidad a menos que científicos e ingenieros comiencen a cooperar más estrechamente entre sí. “Entendí que para poder crear máquinas que nunca antes han existido era necesario cambiar radicalmente nuestro enfoque. Necesitamos científicos, ingenieros de todo tipo, técnicos y programadores – todos trabajando en el mismo equipo”.
El “qubit topológico” mencionado anteriormente por Microsoft estará en condiciones de resistir cambios de temperatura o interferencia eléctrica, lo que les permitirá permanecer en un estado cuántico por más tiempo. Naturalmente, esto hará que el sistema sea más práctico y eficaz. Con ello, Microsoft se refiere a que los sistemas cuánticos sólo pueden permanecer en ese estado siempre y cuando no haya interferencia y puedan operar en ambientes únicos e increíblemente fríos. “El diseño topológico se ve menos impactado por lo cambios en el entorno circundante”, comentó Holmdahl.
De manera paralela a la creación de hardware cuántico, Microsoft está desarrollando el software que sería ejecutado en este. El objetivo es crear un sistema que esté capacitado para resolver problemas complejos desde el primer día. “Al igual que la computación clásica de alto rendimiento, no sólo necesitamos hardware, sino también software optimizado”, dijo Matthias Troyer.
En su video “Quantum Computing 101”, Microsoft presenta una breve introducción al mundo de la computación cuántica.