Según indicamos el pasado viernes (ver enlace en columna de la derecha), el vicepresidente senior de Microsoft, James Allchin, presentó el martes ante el tribunal una cinta de vídeo que presuntamente demostraría que al extraer el lector web Internet Explorer del sistema operativo Windows, este último perdía gran parte de su funcionalidad y rapidez. En lugar de ello, el testimonio de Allchin representó un serio revés para Microsoft, al quedar comprobado que se trataba de una versión editada, y por cierto equivocada, de la grabación original. (ver Microsoft presenta evidencia falsa)
La primera explicación dada por Allchin fue que para la realización del vídeo se emplearon varias computadoras, aunque después prefirió responsabilizar a los técnicos de Redmont, sede de la compañía, que realizaron y filmaron el material del caso.
Debido a que no estuve presente (al momento de hacerse la grabación) no sé (qué pasó), explicó Allchin al juez Thomas Penfield Jackson, quien luego de escucharle le señaló que no podría dar crédito a su testimonio si era incapaz de explicar la forma en que la grabación fue realizada.
Ante ello, Microsoft anunció el miércoles por la tarde que Allchin realizaría una nueva grabación, esta vez ante la presencia de abogados del Departamento de Justicia.