En reunión virtual de miembros del IDET, José Otero, Vicepresidente de 5G Americas para Latinoamérica y el Caribe, presentó los desafíos de la adopción de la tecnología 5G en México y la región latinoamericana.
En este proceso de adopción, más que el crecimiento de nuevas líneas debe destacar la migración entre los usuarios de antiguas tecnologías a las nuevas, para la integración de más servicios. Todo esto resulta en implicaciones directas en inversión e infraestructura y representa un cambio de paradigma que apuesta por la conectividad, no sólo entre personas, sino también entre dispositivos, de ahí que ahora se le conozca a un entorno así como el Internet de las Cosas.
Si bien, México pareciera ocupar el segundo lugar en adopción de 5G en la región mesoamericana, después de Panamá -país que cuenta con la mitad de asignación de espectro-, a nivel continental y mundial aún se encuentra muy rezagado. Existen desafíos previos a la adopción de tecnología de quinta generación, como lo es la continuación en el crecimiento y consolidación de la tecnología 4G en todo el territorio nacional. Un factor central para impulsar un ecosistema 5G es poner aún más espectro en manos del mercado, destacando Otero que en el caso de México, el Instituto Federal de Telecomunicaciones es de los pocos reguladores en la región que han avanzado en definir una hoja de ruta para colocar una mayor cantidad de frecuencias en el mercado, tanto en las bandas bajas y medias, como en las bandas altas, también conocidas como milimétricas, no obstante, advirtió que preocupa que ya se anticipan retrasos para poder avanzar con la instrumentación de ese esfuerzo, entre otras razones a causa de la pandemia del Covid-19, por lo que planteó que resulta fundamental para el despegue del ecosistema 5G en México que los retrasos sean menores.
Aunado a ello, los miembros del IDET advirtieron también su preocupación por alto costo del espectro radioeléctrico en México, situación que podría impactar para que no se concrete la exitosa asignación del espectro necesario para fortalecer las redes móviles para la adecuada adopción del ecosistema 5G.
Otro factor que Otero destacó como fundamental para el crecimiento exitoso de las tecnologías 5G es una política claramente definida por autoridades locales para facilitar el despliegue de los distintos tipos de infraestructura que se requieren para este propósito, ya sea que se trate de fibra óptica y o de antenas. Mientras dicha política no exista, habrá incertidumbre para la inversión.
Asimismo, comentó que acciones como la presunta desarticulación de la Subsecretaría de Comunicaciones, marcan un mal precedente, particularmente cuando las mejores prácticas internacionales tienden a fortalecer a los entes gubernamentales y regulatorios de tecnologías de la información y comunicación, para la implementación de políticas públicas transversales que permitan la transformación digital de forma coordinada entre las distintas entidades del gobierno y los municipios.
Finamente, los miembros del IDET coincidieron que las brechas digitales no dependen sólo de la cobertura sino de contar con servicios asequibles para los usuarios. Contar con infraestructura robusta, tanto de fibra óptica como inalámbrica, resulta fundamental para la expansión de 5G en México, y traduciría, sin duda, un tema de conectividad a uno de competitividad, desarrollo y transparencia.