Marc Andreessen, el multimillonario inversor en tecnología y capital riesgo, ha publicado un audaz “manifiesto tecnooptimista” en el que denuncia los esfuerzos por regular la tecnología y acelerar el desarrollo de la IA sin restricciones. Con una retórica arrolladora e idealista, Andreessen alaba la innovación tecnológica como motor clave del progreso y la prosperidad humanos. Sostiene que la inteligencia artificial en particular tiene un vasto potencial sin explotar para catalizar soluciones a los grandes retos de la humanidad, denominándola incluso nuestra “piedra filosofal”.
Andreessen establece una dura dicotomía entre su perspectiva aceleracionista y los grupos que piden que se frene o restrinja la IA debido a preocupaciones éticas y de seguridad. Afirma que limitar o ralentizar la investigación y el despliegue de la IA equivale a “asesinar” si impide avances que podrían salvar vidas. El manifiesto desprecia conceptos como la “ética tecnológica” como amenazas a los mercados libres sin trabas y al cambio tecnológico.
Los críticos de la perspectiva de Andreessen afirman que su modelo de tecnooptimismo ignora o resta importancia a la desigualdad económica, la alteración social, el sesgo algorítmico y otras desventajas tangibles del rápido avance de la tecnología sin las salvaguardas adecuadas. Aboga por abordar los perjuicios actuales de la tecnología por encima de los beneficios futuros especulativos. El enfoque singular de Andreessen en la innovación corre el riesgo de tener consecuencias no deseadas, argumentan los críticos.
Como uno de los primeros inversores en startups de IA, Andreessen puede beneficiarse generosamente del futuro impulsado por la IA que él imagina. Su manifiesto se basa en ensayos anteriores en los que proclamaba que la IA “salvará el mundo” y que proporcionará tutores personalizados de IA a todos los niños. Sus partidarios consideran que el idealismo y la ambición de Andreessen son convincentes. Pero los críticos dicen que sus recetas ignoran las complejas realidades en el terreno de los grupos marginados. El debate pone de manifiesto las divisiones sobre el papel de la tecnología en la configuración del futuro de la humanidad.
Ilustración: Diario TI vía Midjourney
