Hay muchas marcas que hoy ven los beneficios de vender de forma online, lo que permite a los consumidores tener una variada gama de productos y servicios para elegir. Hemos identificado mejoras en relación a una conexión más estable, ya que los sitios web son capaces de soportar mayor flujo de visitas que se generan en estas ocasiones. De hecho, en 2015 las ventas del comercio electrónico alcanzaron los US$2.350 millones en nuestro país.
Pese a esto, aún existe una deuda específicamente en las ofertas. Para hacer de este tipo de comercio un canal de ventas de calidad, tanto para las marcas como para los consumidores, es importante tomar conciencia sobre lo que se pone a disposición. Productos que sean reales y que los precios de éstos efectivamente estén en línea con la “oportunidad de compra”.
En relación a esta premisa se debe trabajar en cumplir con las expectativas que tengan los clientes para que estos eventos sean aquello que se está promocionando, y no una oportunidad de vender a bajo costo productos o servicios que en realidad no presentan un descuento real.
Si queremos que el comercio online en Chile siga creciendo con las proyecciones y estadísticas actuales, debemos trabajar por una industria digital que refleje, en la práctica, costumbres y acciones transparentes.
El consumidor actual forma parte de una audiencia informada, que junto con comparar precios en la tienda física con los valores online, busca y realiza recomendaciones de los productos y servicios que son de su interés a través de las redes sociales, siendo el principal motivador de compra: la opinión de otros en su misma condición. No es lo que describe la marca del producto, sino lo que otros pudieron experimentar con ella.
Por todo esto es que las empresas deben actuar con rapidez por lograr un canal e-commerce fiel a las ofertas. Si bien en cada evento de estas características vemos que más empresas están dispuestas a participar, y que los números también acompañan, el principal y más importante desafío es ajustar los precios a las expectativas de los consumidores para hacer del comercio electrónico en Chile una plataforma aún más confiable y fidelizada.
Por Rodrigo Saavedra, gerente general de IAB Chile