Las intensas críticas del Senado estadounidense hicieron que la Secretaría de Estado de EEUU decidiera la semana pasada excluir 900 computadoras marca Lenovo de la red ultrasecreta de la Secretaría, junto con disponer que todas las máquinas Lenovo quedarían vedadas para sistemas de importancia estratégica.
Yang Yuanging, presidente de la junta directiva de Lenovo, reiteró el jueves 25 de mayo que las aprensiones del gobierno estadounidense eran infundadas.
Somos una compañía internacional regulada por el mercado. Nuestro negocio es absolutamente transparente – la confianza y la honestidad son extremadamente importante para nosotros, agregó el directivo, citado por USA Today.
En tal sentido, recalcó que aunque la compañía es en parte propiedad de accionistas gubernamentales chinos, las computadoras son producidas en Estados Unidos, México y Taiwán.
Varios analistas estadounidenses coinciden en respaldar a Lenovo, cuyas computadoras no serían más peligrosas que otras marcas. Según se ha señalado, algunos políticos estadounidenses temen que las computadoras de Lenovo incluyan puertas traseras y spyware.
El uso de computadoras Lenovo tendría consecuencias catastróficas para nuestra seguridad nacional y a la vez pondría en riesgo todas nuestras inversiones en una infraestructura TI segura. No puede haber duda en que Estados Unidos es el principal objetivo de los servicios de inteligencia chinos, declaró el político republicano Frank Wolf a la agencia AFP la semana pasada.
