A falta de una vacuna contra el virus, el estudio busca conocer con precisión qué medicamento y qué tratamiento requiere un paciente de Covid-19 en cada momento para conseguir su recuperación. Para ello, está analizando y caracterizando evolutivamente los componentes celulares del sistema inmune en sangre para una muestra de más de 300 pacientes infectados. Cada fase de la enfermedad por la que va pasando el paciente necesita un medicamento y un tratamiento específico y hasta el momento no se han definido con exactitud.
El proyecto, en el que también se han involucrado entidades como el CSIC, el Hospital Universitario Príncipe de Asturias e investigadores independientes, también pretende, en una segunda fase, establecer un protocolo de seguimiento de la inmunidad de los pacientes que han superado la infección aguda.
Antonio Díaz, director del sector Salud en Ibermática, explica que “tal y como se viene observando, el sistema inmune de cada paciente reacciona de forma muy diversa ante el coronavirus, siendo los casos más graves aquéllos en que las propias defensas generan una sobre reacción fatal y desproporcionada. Por eso nos parece tan importante apoyar el análisis evolutivo de los componentes celulares del sistema inmune en sangre, con la idea de lograr la individualización terapéutica desde el inicio de una infección”. “Creemos que la definición de biomarcadores permitirá anticipar para cada futuro paciente y al inicio de su infección el mejor tratamiento individualizado incluyendo el uso de inmunomodulares”, añade.
Se ha observado que es fundamental su temprana administración antes de que se desencadene una tormenta perfecta de hiperinflamación por la liberación descontrolada de citoquinas, linfocitos y macrófagos en el paciente. En definitiva, es clave saber con precisión qué medicamento y qué tratamiento requerirá un futuro paciente de COVID-19 en cada fase de la enfermedad. “Y a la espera de una vacuna efectiva, caracterizar a los pacientes e individualizar su terapia son los objetivos de este proyecto, al que contribuimos con una partida económica y colaborando en el análisis big data, cruzando los resultados con otras bases de datos”, concluye Díaz.