La investigación, realizada por dos universidades británicas comisionadas por el gobierno de Londres, indica que la mayoría de las personas no considera la copia y descarga de material ilegal como una actividad inmoral, delictiva o, a lo menos, reprobable.
Lo anterior se produce a pesar de que las industrias discográfica, cinematográfica, de videojuegos y de software, durante años han desplegado iniciativas que van desde los llamados a la conciencia y la moral de las personas, hasta la intimidación y demandas concretas.
Según la investigación, los encuestados estiman que la descarga y copia de material con derechos reservados constituyen fenómenos inevitables, aunque no aceptan que éstos sean comparados con un robo, propiamente tal, como ha sido el planteamiento de las industrias afectadas por la piratería.
Con todo, la mayoría de las personas consultadas dijo que no compraría, por ejemplo, software pirateado en una esquina, a desconocidos. Sin embargo, pocos de los encuestados tendrían objeciones a comprar un CD-ROM con contenido pirateado a un amigo o conocido.
A pesar de que la realidad que queda reflejada en la encuesta no refleja lo que hubieran sido los deseos de las industrias discográfica y cinematográfica, el gobierno británico no renuncia a sus campañas de disuasión y concientización. En tal sentido, hace referencia a las campañas contra el consumo de tabaco y contra la conducción de automóviles en estado de ebriedad. En tal sentido, recuerdan que en sus inicios, las campañas incluso motivaban burlas e ironías. Con el paso del tiempo, ha quedado demostrado que las campañas tienen, con el paso del tiempo, un efecto real y medible en la población, escribe BBC.