Las Green TIC impulsan la salida de la crisis económica

La crisis económica y financiera que desde 2008 está afectando a todo el mundo, con especial incidencia en Europa, ha llevado a las entidades gubernamentales a buscar nuevas estrategias y fórmulas que estimulen el crecimiento ordenado y responsable, permitiendo incrementar la competitividad empresarial apoyándose en una gestión eficaz y sostenible de los recursos.

Europa ha comenzado a liderar este cambio de modelo económico y social, en el cual las TIC van a jugar un papel destacado. Un uso más racional de las TIC es esencial para la protección del medio ambiente y para afrontar los retos derivados del cambio climático, ya que estas tecnologías juegan un papel esencial en la mejora de la eficiencia energética, en la gestión de los recursos naturales y en la protección de la biodiversidad de forma directa o a través de su influencia en otros sectores de actividad.

Las Green TIC se pueden definir como un conjunto de soluciones de Tecnologías de la Información y de la Comunicación, optimizadas desde el punto de vista del consumo energético y responsables con el medio ambiente, que permiten reducir notablemente los niveles de emisiones de gases efecto invernadero y el impacto contaminante de la actividad humana en el medio ambiente. Además, el desarrollo de esta tecnología permite generar nuevas aplicaciones para sectores como la construcción, el transporte o la energía; aplicaciones que son más eficientes y facilitan la reducción de las emisiones de gases contaminantes. Las Green TIC constituyen un importante nicho de desarrollo económico y tecnológico, así como una oportunidad clave para que la industria del sector continúe impulsando el crecimiento, el empleo y la mejora de la calidad de vida.

Dentro del ámbito laboral, la integración de las soluciones de colaboración visual como la videoconferencia y telepresencia suponen una importante reducción en el consumo energético, ayudan a preservar el medio ambiente y fomentan el teletrabajo, suponiendo un importante beneficio directo e indirecto para la propia empresa y sus empleados. Por un lado, está claro el ahorro que esta tecnología supone en los costes derivados de los desplazamientos, las dietas y el alojamiento cada vez que un trabajador debe reunirse con personas que pueden estar a miles de kilómetros de distancia. La actual situación económica ya no hace viable un modelo económico que derrocha el dinero en situaciones que se pueden solventar de forma sencilla gracias a las tecnologías de la información y a la implantación de sistemas que permiten ahorrar tiempo y dinero. Con los sistemas de videoconferencia no sólo reducimos tiempo y emisiones contaminantes, también reducimos los costes. El momento actual requiere grandes esfuerzos y muchas empresas empiezan a plantearse la utilidad de sus encuentros físicos ya que los gastos en desplazamientos afectan de un modo directo a los presupuestos tanto de las grandes multinacionales como de las pequeñas o medianas empresas. A este respecto y como dato relevante, el año pasado se han reducido 360 millones de toneladas de gases de efecto invernadero gracias al uso de los sistemas de telepresencia y videoconferencia como consecuencia de la disminución en el número de desplazamientos.

También se debe de tener en cuenta que la implantación de los sistemas de colaboración visual además de ser un método para ahorrar en viajes, y por lo tanto dinero y contaminación, tiene una nueva vertiente: ayudar a equilibrar la balanza entre el trabajo y la vida personal.

Ya es una realidad que en muchas compañías se cuente con equipos de telepresencia y videoconferencia que permiten establecer una reunión con total flexibilidad, que se puede convocar con pocos minutos de antelación, se permite participar a un mayor número de personas que si la reunión fuese presencial, agiliza la toma de decisiones y evita los desplazamientos innecesarios con la consecuente pérdida de tiempo que esto supone. En Estados Unidos, por ejemplo, cerca del 25% de la población utiliza el teletrabajo como única forma de trabajo, mientras que en España, apenas alcanzamos el 6%.

Este último dato debe hacernos reflexionar sobre esta materia, de tal forma que todos los actores implicados deben ayudar y exponer las mejores soluciones para incrementar la calidad en el empleo, la flexibilidad, el apoyo a la familia, el desarrollo profesional y la igualdad de oportunidades que son claves esenciales para mejorar la conciliación de la vida profesional con la personal.

Por tanto, las Green TIC son un solución viable y sostenible que en tiempos de crisis es también una oportunidad para dar un impulso a la eficiencia energética del tejido productivo y de la sociedad española en general, conjugando su evolución hacía un modelo más sostenible mejorando la competitividad que lleva aparejado todo incremento de la eficiencia.

Una medida que haga que una empresa o institución ahorre en energía es siempre una buena opción pero si encima reduce considerablemente sus gastos anuales y este ahorro contribuye a la reducción de las emisiones de Co2, la opción es todavía mejor.

Por Eduard Arnau, Director Comercial de Techno Trends


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