Un total de 13.000 personas participó en una investigación a gran escala organizada por el proyecto Megalab de la BBC, sobre inteligencia artificial. La prueba consistía en dialogar vía Internet con tres personajes, dos de los cuales eran en realidad un programa diseñado especialmente para la investigación.
Al cabo de cuatro minutos de diálogo, el participante debía decidir si su interlocutor había sido un ser humano o un programa informático. El caso es que un 25% de los participantes creyó haber dialogado con otra persona, en circunstancias que durante los cuatro minutos de conversación fue una computadora que respondía y preguntaba al otro lado de la línea.
El proyecto lleva el nombre Turing Test, en honor de Alan Turing, renombrado matemático considerado por muchos como el fundador de la ciencia informática, quien en 1950 propuso el test original en su tesis sobre Maquinaria e Inteligencia Informática.
Los programas del caso, denominados chatbots (robots de conversación) analizan los patrones de diálogo empleados por su interlocutor humano, para luego buscar una respuesta adecuada. Por ello, aunque no entiendan lo que se les está diciendo, pueden analizar la frase y presentar una respuesta totalmente lógica e incluso sensible. Por ejemplo, al afirmarse no me gustan los gatos, el chatbot puede responder ¿por qué no te gustan los gatos?.