Se trata de los chips Crusoe TM3120, con velocidad de reloj de 400 Mhz, y el TM 5400, que operará a 700 Mhz. El primero de ellos ya está siendo producido, en tanto que el segundo probablemente comience a ser fabricado a mediados de año.
Los nuevos chips de Transmeta están basados en una nueva arquitectura de hardware y software, que usa un mínimo absoluto de energía, generando prácticamente nada de calor. Según la compañía, los dispositivos están en condiciones de competir directamente con los veloces Pentium III de Intel.
Según Transmeta, el chip TM 5400 equivale al Pentium III a 500 Mhz, aunque su aprovechamiento de la batería es cuatro a cinco veces mayor que los chips estándar. En tal sentido, Transmeta describe Crusoe como un procesador inteligente que aprende sobre la aplicación mientras la ejecuta, usando luego tal experiencia para aumentar considerablemente el tiempo de vida de la batería. Tal tecnología, denominada LongRun, hace que Crusoe ajuste contínuamente la velocidad de reloj y la tensión eléctrica, optimizándola para la aplicación del caso. Tal procedimiento es único, ya que los procesadores tradicionales operan siempre a la misma velocidad, independientemente del volumen de trabajo que les imponga la aplicación.
De paso, la compañía señala que el nombre Crusoe intenta dar una impresión de movilidad, a la vez que recalca que a contar de ahora no operará sumida en el halo de misterio que la ha caracterizado.