A medida que la inteligencia artificial se va imponiendo en una amplia gama de sectores, como la sanidad, los medios de comunicación, la política y el comercio, resulta crucial comprender cómo influye la psicología humana en la experiencia de los usuarios con estas tecnologías. Los investigadores están empezando a desentrañar las formas en que las ideas preconcebidas sobre la IA, así como lo que se dice a los usuarios antes de interactuar con ella, conforman la experiencia global.
Ruby Liu, investigadora del Laboratorio de Medios del MIT, afirma que la interacción entre el ser humano y la IA no puede comprenderse plenamente examinando sólo la tecnología. Pattie Maes, que dirige el Grupo de Interfaces Fluidas del Laboratorio de Medios del MIT, subraya que la búsqueda de la optimización de la IA -para hacerla más rápida, más precisa y menos sesgada- debe considerarse en el contexto del usuario humano. “Los resultados finales no sólo dependen de la IA y de su calidad. También depende de cómo reaccione el humano ante la IA”, explica Maes.
Estudios recientes demuestran que las expectativas de los usuarios tienen un impacto significativo en su nivel de confianza en la IA y en su disposición a seguir sus consejos. Un estudio muestra un notable efecto placebo en la percepción que la gente tiene de las herramientas de IA. Por ejemplo, cuando se preparó a los participantes para que percibieran a un chatbot de IA sobre salud mental como bondadoso, sus evaluaciones posteriores a la interacción confirmaron estas convicciones, a pesar de que todos los participantes interactuaron con el mismo modelo de IA subyacente. Pat Pataranutaporn, coautora del estudio, sostiene que esto puede ser una manifestación del sesgo de positividad humano y del deseo de evaluar la IA de forma independiente.
Al margen de las meras percepciones, los estudios descubrieron que las expectativas previas de los usuarios influían realmente en la dinámica de sus conversaciones con el chatbot. Los que fueron preparados para pensar en la IA como bondadosa entablaron interacciones cada vez más positivas con la tecnología. Por el contrario, aquellos a los que se les dijo que la IA era manipuladora entablaron interacciones cada vez más negativas.
Implicaciones más amplias
El encuadre de la IA en la cultura pop, el marketing y las marcas determina de forma significativa su recepción y evaluación. Los investigadores han demostrado que los usuarios están más motivados para aprender y es más probable que califiquen a una IA de maestra competente si se parece a alguien a quien admiran. Esto plantea una serie de consideraciones éticas, ya que el efecto placebo podría plantear un reto importante en el futuro, fomentando potencialmente un comportamiento descuidado.
Los investigadores concluyen que, aunque el impacto de la interacción diaria y a largo plazo con la IA sigue siendo incierto, está claro que la psicología humana desempeña un papel central en la configuración de la experiencia del usuario. Pattie Maes sugiere que un enfoque prudente es presentar estos sistemas como falibles, animando así a los usuarios a ser críticos con la tecnología.
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