La idea aparece descrita en el último informe anual sobre Desarrollo Humano elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Un impuesto de ese tipo generaría más fondos que el total mundial destinado a la cooperación al desarrollo.
La idea de crear un impuesto al bit fue concebida en 1996 por el catedrático belga Luc Soete, quien la sometió a la consideración de la Comisión Europea. La intención era establecer un sistema que compensara por la pérdida de otros aranceles e impuestos que quedarían obsoletos o inaplicables como resultado de la era del comercio electrónico.
La intención original tenía, entonces, una motivación distinta a la descrita por PNUD en su Indice de Desarrollo Humano. En efecto, la organización indica que a pesar de tener Internet un gran potencial para el área del desarrollo, su implantación encuentra grandes dificultades debido a que, en la práctica, la mayor parte de la humanidad no tiene acceso a la infraestructura necesaria. En comparación, el 88% de los usuarios de Internet a nivel mundial está concentrado en países que, en conjunto, representan el 15% de la población mundial.
Según cálculos hechos por PNUD, basados en los datos de tráfico en Internet correspondientes a 1996, un impuesto de un centavo de dólar por megabyte transmitido reportaría fondos del orden de los 70 mil millones de dólares; es decir, más que el presupuesto global anual de cooperación al desarrollo.
Entre otras cosas, el informe pone de relieve desigualdades abismantes respecto al acceso a las tecnologías de la información en distintos lugares del mundo. Por ejemplo, el precio de una computadora en Bangladesh equivale al salario promedio de ocho años, mientras que en el mundo desarrollado no excede el mes. De igual modo, el acceso a Internet en algunos países africanos es de 100 dólares mensuales, contra 10 dólares en Estados Unidos.
Finalmente, cabe tener presente un áspero comentario incluido en el informe, en el sentido de que los pilotos de fórmula 1 no son los mejores asesores para el transporte público, queriendo decir que será necesario incorporar a nuevas personas y no sólo a expertos en informática al momento de trazar el rumbo de las nuevas tecnologías de la información.