La Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI) acaba de presentar un estudio que señala que, por sexto año consecutivo, en 2008 la venta de música digital creció respecto al ejercicio anterior. Así, el negocio generó 3.700 millones de dólares a nivel mundial en el 2008, un 25% más que el año anterior, y las ventas alcanzaron el 20% de las ventas totales de música, frente a un 15% en el 2007.
Kiko Fuentes, director de contenidos de yes.fm, afirma que estos datos respaldan nuestra idea de que el negocio de la música debe cambiar y reorientarse para adaptarse a los hábitos de consumo actuales. Poco a poco se está comenzando a perfilar el futuro de la industria de la música. De hecho, la web Arstechnica ha publicado recientemente un reportaje donde asegura que las aplicaciones que no necesitan ningún tipo de descarga de Internet, fenómeno conocido como cloud computing, serán una de las tendencias confirmadas de los próximos años. La música está siguiendo estas predicciones, y en vez de ser descargada, se escucha mediante streaming, una solución mucho más cómoda para el usuario, ya que evita que se ocupe espacio en su ordenador de forma inútil y supone una solución cómoda y rápida para acceder a sus canciones preferidas. En definitiva, ya se sabe que el futuro pasa por las plataformas de música online, y esto supone un gran avance.
El informe de IFPI desvela uno de los grandes problemas del modelo de consumo de música actual: más de 40 millones de archivos de música fueron descargados de forma no autorizada por los usuarios de Internet el año pasado y eso sigue provocando que una gran parte de las descargas de música no den beneficios a los artistas o productores.
Demonizar al usuario y cortar el servicio de Internet a quien descargue música de manera irregular no es viable, sensato ni realista. La solución para frenar las descargas indiscriminadas pasa por que la industria de la música cambie de una vez para adaptarse a los nuevos tiempos, propone Fuentes.