La ciberseguridad depende del usuario

Opinión: Si hay algo que marcará este 2016 a nivel tecnológico es la tendencia de ver cada día más y más “dispositivos” de cualquier tipo y todos conectados a Internet.

No sólo los que las personas posiblemente ya conocen, como automóviles, televisores, wearables, lavadoras o refrigeradores, sino otros más a nivel industrial, comercial y… ¡personal!

Esta tendencia de masificación e hiperconectividad esta soportada por un deseo insaciable de los usuarios de hacer más y un interés genuino de fabricantes y oferentes de productos y servicios que de forma permanente se cuestionan a sí mismos ¿cómo sacar más provecho del Internet para entregar un valor agregado a mi consumidor, o tener un diferencial competitivo en el mercado?

La respuesta viene casi siempre de la mano de un nuevo dispositivo, o de una aplicación adicional para el celular o la tablet, que significa un nuevo blanco de ataques para los ciberdelincuentes, si no se toman las medidas necesarias. Es un aspecto crucial en el que el usuario se vuelve amo y dueño absoluto de su propia ciberseguridad.

Aquí podríamos hacer una pausa y analizar realmente qué tan necesario es este nivel de conectividad en todos los dispositivos que podríamos tener en nuestras cosas y hogares. La respuesta a esto se explica con la repercusión social que tiene el Internet hoy en día.

El boom de la conectividad

Recordemos que el boom de la conectividad, tuvo su máximo apogeo a inicios del año 2000; por lo que hoy, 16 años más tarde, nos estamos encontrando con jóvenes de colegio y universidad que forman parte de la generación que no conoce lo que es vivir en un mundo sin conectividad y movilidad. Esa generación no concibe un mundo sin Internet.

Si para nosotros dejar el celular en casa puede llegar a ser traumático, ¡imaginemos lo difícil que es para esta generación estar desconectado! Esa es la generación que tendrá el poder adquisitivo en 5 años más, cuando egresen de la Universidad y se incorporen a la planta productiva de sus países, en organizaciones que deben estar listas para aprovechar sus talentos, y que a su vez deben estar listas para ofrecer productos y servicios en este nuevo medio ambiente económico, social y cultural.

Este es el hecho que, en definitiva, genera una presión para los fabricantes en cuanto a valor agregado se refiere. Esta carrera por ofrecer siempre el dispositivo más moderno, conectado y cool, ha sido contraproducente en términos de la ciberseguridad, pues lastimosamente, es un elemento que no necesariamente se toma en cuenta a la hora de su diseño y fabricación.

Lo más importante es ser el primero en ofrecer el concepto en forma de servicio o dispositivo. Es más importante tener el dispositivo que todos quieren que tener el dispositivo que es menos vulnerable a problemas de seguridad.

¿Qué puede hacer el usuario para salvaguardar la información personal que tiene su dispositivo?

Basándonos en el hecho de que siempre habrá ciberdelincuentes dispuestos a invertir por el acceso a nuestros datos, en Fortinet ofrecemos una serie de recomendaciones a seguir:

1. Como usuarios debemos asumir nuestra responsabilidad: Este punto es muy complicado pero medular, pues en gran medida obedece a los principios que cada persona y como sociedad tenemos respecto a la importancia de nuestra higiene, integridad, etc. Hoy el plano lógico o digital es tan importante en nuestras vidas y la información es lo más preciado que tenemos en dicho contexto, por lo que documentarnos y ser responsables en los esquemas de prevención es apremiante y responsabilidad de cada uno de nosotros.

2. Cuestionarnos, ¿para qué usarán mi información personal?: Como consumidores, cuando compramos un dispositivo, tenemos todo el derecho de solicitar al fabricante o proveedor de servicio que sea claro en las medidas que van a tomar para proteger nuestra información personal y cuáles son los datos que van a usar. Ya sea la ubicación física, el nombre, e-mail, la foto de perfil de WhatsApp, Facebook, Twitter, Instagram, LinkedIn, o alguna otra red social, y para qué fines será utilizada… solo para fines estadísticos, para enviar promociones, o para obtener algún servicio adicional.

Si empezamos a presentar esta inquietud, cada vez más usuarios van a empezar a inclinarse por productos que sí ofrecen términos claros sobre el uso de su información y paulatinamente dejarán de lado los que no; lo que representaría una oportunidad de mejora para los fabricantes de ofrecer un producto más seguro desde todo punto de vista.

3. Analizar mi comportamiento como usuario: independientemente de lo cumplido en el punto anterior, la seguridad la voy a determinar yo como usuario de acuerdo al uso que haga de la tecnología y la información que, voluntariamente, estoy exponiendo.

Algunas máximas a tomar en cuenta, son:

– No hay nada gratis: cada vez que alguien me ofrece algo gratis, generalmente está obteniendo algo a cambio. Por ejemplo, si descargo una aplicación o si uso un servicio gratuito, con gran frecuencia se paga con la información del usuario, desde patrones de uso, hábitos de consumo, ubicación, libreta de contactos, por simplemente registrarme para poder acceder o usar.

– Eliminar el morbo: la tentación por abrir un link que nos invita a ver fotos o videos de algún famoso (o no tan famoso) con atractivo en paños menores, quizá haciendo algo indebido o moralmente cuestionable, es el señuelo perfecto para los ciberdelincuentes, que apuestan a que las personas prefieren “enterarse” de todo a su alrededor.

– Cuidar dónde y qué información comparto: es importante evitar dar información que alguien pueda usar en mi contra. Lo ideal, por ejemplo, es no postear dónde estoy de vacaciones en tiempo real, sino después; o evitar mostrar fotos de nuestros hijos, especialmente vistiendo uniforme escolar o estando frente al colegio donde estudian. Nunca mostrar fotos de la casa o colonia donde vivo.

4. Desafío tecnológico: la protección de la información que guardo en mis dispositivos es vital, por lo que el uso de contraseñas, así como la protección de la conexión desde y hacia mi computadora mediante aplicaciones, software o hardware de firewall personal y filtros de contenido (al menos Filtro de URL, Antivirus y Antispam), debe estar presente dentro de las herramientas a utilizar en los equipos desde donde me conecto al Internet.

En medio de esta evolución por mantener un mundo cada día más conectado, estos principios básicos pueden ser la base para evitarnos un dolor de cabeza y que personas inescrupulosas, jueguen con lo más privado que tenemos las personas, como son los datos personales.

Por Martín Hoz, Vicepresidente de Ingeniería de Fortinet para Latinoamérica


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