El funcionario comentó: “Por más de una década, Corea del Norte ha actuado de mala forma, en general sin ser responsabilizada. Este comportamiento maligno adquiere ribetes cada vez más peligrosos y WannaCry es un ejemplo en tal sentido. Sus consecuencias y repercusiones excedieron el ámbito económico. El software maligno perjudicó de manera especial las computadoras del servicio de salud pública del Reino Unido, dañando así sistemas dedicados a tareas de importancia crítica. Estas disrupciones pusieron en riesgo las vidas de las personas”.
Con ello, Estados Unidos secunda al Reino Unido, que en octubre acusó formalmente al régimen de Pyongyang de haber creado y distribuido WannaCry. Corea del Norte desmintió las acusaciones británicas, que calificó de especulaciones infundadas.
Las semanas posteriores al devastador incidente de WannaCry, tres empresas de seguridad informática, Kaspersky Lab, Symantec, y BAE Systems coincidieron en vincular a WannaCry con Lazarus Group, unidad de ciberespionaje norcoreana responsable de ataques contra Sony, el gobierno surcoreano y numerosas entidades bancarias de todo el mundo.
Bossert no aportó nuevas pruebas o información forense sobre la participación o responsabilidad de Corea del Norte en la orquestación del ataque.
Cabe señalar que WannaCry fue posible mediante la utilización de una ciberarma sustraída a la NSA, denominada EternalBlue.
La Casa Blanca complementó los comentarios de Bossert con declaraciones donde atribuye WannaCry a Corea del Norte. Las declaraciones sobre el tema comienzan en el minuto 40 de la siguiente grabación.
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