En el escrito, Patel rechaza categóricamente el argumento central de Napster, que afirma que el intercambio no comercial de música habría sido legalizado por una ley de 1992.
De igual modo, la jueza rebate otro argumento de Napster -una investigación que demuestra que Napster estimula las ventas de los CDs- calificándolo de engañoso e inadmisible, debido a que Peter Fader, profesor de la Universidad de Pennsylvania, había supervisado distantemente el estudio y no había revelado los análisis estadísticos del estudio, ni sus preguntas.
En lo que respecta al ataque de Napster contra el estudio presentado por RIAA, argumentando que dicho estudio solamente fue realizado entre estudiantes, Patel declaró que aún y cuando los servicios de Napster sólo hayan ocasionado una baja en las ventas de CDs entre los estudiantes, esto representa un gran daño, debido a que un importante segmento de los usuarios de Napster son estudiantes.
Patel agregó que Napster afecta a los demandantes, ya que ellos desean vender sus productos en la Red, y mientras exista la posibilidad de obtener música gratuita, las compañías discográficas estarán en desventaja.
La pretensión de Napster de no violar las leyes de propiedad intelectual, distribuyendo, con permiso de la música de artistas no conocidos, permitiendo a sus usuarios obtener música antes de comprar CDs, y permitiéndoles compartir su música, mediante el acceso a sus servicios de cualquier computadora conectada a Internet, es artificial y secundario, señaló la jueza, citada por The Industry Standard.
El programa de artistas nuevos, el cual forma un porcentaje insignificante de las descargas de Napster, no fue implementado hasta cinco meses después de que la demanda fue presentada y puede ser aislado de las funciones de Napster con algunas alteraciones menores en el software, escribió Patel.