Cientos de miles de seres humanos fueron identificados, clasificados, asignados y transportados por medio del sistema de tarjetas perforadas de IBM, afirmó Black.
Las malignas ambiciones de Hitler fueron mejoradas e implantadas gracias al ingenio de IBM y Thomas J. Watson, su presidente, agregó Black. Según Black, virtualmente toda la logística del programa nazi puede ser acreditada a la tecnología de IBM.
IBM no inventó el antisemitismo alemán, pero cuando Alemania quiso identificar a los judíos por nombre, IBM le mostró como hacerlo. Cuando Hitler deseó usar esa información para lanzar programas de expulsión social y expropiación, IBM suministró los medios. Cuando los trenes tenían que correr a tiempo entre los campos de concentración, IBM ofreció la solución, declaró Black.